12 enero 2012 | Redacción Proceso
MÉXICO, D.F., (apro).- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronosticó un panorama desalentador para este 2012 en los países de América Latina, debido a que, apuntó, estarán inmersos en un contexto internacional de “elevada incertidumbre y volatilidad”.
El principal reto será reducir el desempleo, principalmente entre los jóvenes, y enfrentar el escaso avance en los salarios, rubro en el que México apenas registra 0.8% de avance, contra 2% a 5% en países como Chile, Paraguay y Uruguay.
”De los ocho países para los que se cuenta con información, el nivel de los salarios reales subió en Chile, Paraguay y Uruguay entre 2% y 5%, y a una tasa menor en México (0.8%)”, puntualiza la OIT en su más reciente informePanorama Laboral 2011 de América Latina y El Caribe.
En el ámbito económico, añade, las proyecciones son aún menos alentadoras para los países que tienen fuertes vínculos de comercio con Estados Unidos.
Con esos criterios, estima que México apenas alcanzará un crecimiento económico de 3.6% en este año, y en el ámbito laboral prevé que en la mayoría de los países analizados habrá una estructura del mercado laboral con alta incidencia de empleo informal.
Según la OIT, la tasa de desempleo en jóvenes descendió en 2011 con respecto a 2010 en países como Brasil y Chile, pero no en México.
En lo que sí se registra un avance es en la inserción de las mujeres al mercado laboral, no sólo en México sino en Colombia, Costa Rica, Jamaica, República Dominicana y Uruguay.
En cuanto a la seguridad social, el organismo reporta que en México creció la generación de empleo cubierto por ese rubro, pero más para empleos eventuales que permanentes.
El informe detalla que en octubre de 2011 la tasa de expansión anual total del número trabajadores asegurados fue de 4.2%, pero en el caso de eventuales fue de 8.5% y de 3.5% en el de permanentes.
Aclara que las cifras representan nuevos puestos de trabajo creados en el periodo, aunque una parte pueda atribuirse a una mayor fiscalización y a la formalización de empleos preexistentes.
También hace referencia a la cobertura del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), que no llega a muchas de las áreas rurales, por lo que, considerando las diferencias entre trabajadores urbanos y rurales, se han elaborado disposiciones normativas diferenciadas para la incorporación de los sujetos al régimen del IMSS y el otorgamiento de las prestaciones sociales del sistema asalariado.
“Es un reto pendiente que abarca principalmente una gran proporción de los trabajadores temporales mexicanos”, refiere el estudio, aunque afirma que el reto es mucho mayor en Guatemala, que apenas tiene una cobertura de 16% para su población económicamente activa.