25 abril 2014 | Jesusa Cervantes | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La semana pasada hablábamos en este espacio de la “limpia” que Enrique Peña Nieto y su equipo parecen estar llevando a cabo de la mafia panista que al amparo del poder se enriqueció. De esa mafia panista que pronto se convirtió en proveedora del gobierno, de aquellos empresarios que reconstruyeron sus negocios al ser rescatados por políticos panistas para luego, mediante un ya conocido y vergonzoso ten percent, lograr entrar a la lista de los “elegidos”, a los que año con año y de manera transexenal se les aseguraron contratos millonarios.