José Antonio Rojas Nieto | Opinión-La Jornada
Reiterémoslo. Un
sistema eléctrico concentrado en un combustible es extremadamente
débil. Incluso si se trata –como se argumenta con una buena dosis de
demagogia– del gas natural, del
baratogas natural que la
revolucióndel gas de lutitas –la del controvertido y dañino fracking– está dejando. La tesis no es mía. La postulan decenas de empresas eléctricas del mundo. Hay, por ejemplo, a este respecto y en estos momentos, un debate académico muy intenso en Estados Unidos. Diversos argumentos se agrupan para mostrar severos inconvenientes de
poner todos los huevos en la misma canasta.