Génesis del desmantelamiento energético/I
En la foto tomada aquel 2 de diciembre del 2012 en el alcázar del Castillo de Chapultepec, aparecían sonrientes y en franca alianza los entonces dirigentes del PRI, Cristina Díaz Salazar; del PAN, Gustavo Madero Muñoz, y Jesús Zambrano Grijalva del PRD, que momentos antes habían signado el Pacto por México, documento que entre sus 95 compromisos destacaba alentar una reforma energética que transformara a Pemex en una empresa pública de “carácter productivo” que le permitiera competir en un modelo de industria donde entrarían a subasta los procesos de refinación, petroquímica y transporte.
Ahora, tras el anunció del incremento a las gasolinas que ha desatado una ola de protestas sociales por todo el país y amenaza con pulverizar el ya de sí mermado poder adquisitivo de millones de mexicanos, los otrora firmantes por parte de la oposición buscan deslindarse de su porción de culpa y responsabilidad histórica por el fallido acuerdo y sus reformas estructurales, ante el riesgo de pagar en las urnas un alto precio electoral.