El escándalo de corrupción Lava Jato alcanza al proyecto Etileno XXI: al frente de éste se encuentran la brasileña Braskem –brazo petroquímico de Odebrecht– y la mexicana Idesa. La sociedad obtuvo un “ventajoso” contrato con Pemex, que obliga a la estatal a venderle el 40 por ciento de su producción de etano, aún cuando para hacerlo tenga que importar el producto.
16 abril 2017 | Favio Barbosa | Contralínea
Otro de los pregonados “éxitos” de la reforma energética comienza a presentar problemas. A un año de su arranque, recordemos que por estos días de abril, pero de 2016, se inauguró con gran despliegue publicitario el complejo petroquímico privado llamado Etileno XXI, construido en Nanchital, Veracruz a unos 12 kilómetros del rio Coatzacoalcos. Al arranque de operaciones asistieron personalidades de Brasil –entre ellos el embajador de ese país en México–, así como connotados funcionarios del sector energético; no hace sino 12 meses y ahora no por los escándalos internacionales, no porque algunos de los “socios” que impulsaron esa “privatización corrupta” ahora están encarcelados, sino porque en este momento presenta “problemas para operar”.