
La realización del VII° ESNA se lleva adelante en el marco de una profunda crisis mundial del capitalismo y una brutal ofensiva imperialista contra los pueblos del mundo. En Nuestramérica se pretende terminar con algunos avances en materia de cambio político e integración, caso del ALBA-TCP, la Unasur y especialmente la CELAC, que excluye de su seno a EEUU y Canadá.
Es evidente la ofensiva imperialista en Honduras y Paraguay, y ahora en
Venezuela, Brasil y Argentina. En el plano geopolítico se pretende
limitar el papel de China, el acercamiento de este con Rusia y
agrupamientos como los BRICS. Es un claro ejemplo de hegemonismo contra
cualquier intento de multilateralismo de las relaciones internacionales.