17 diciembre 2017 | Jorge Carrasco Araizaga y Patricia Dávila | Proceso
A partir del sexenio de Felipe Calderón, y aún sin que hubiera una Ley de Seguridad Interior, las Fuerzas Armadas empezaron a hacerse cargo de la seguridad pública en muchos estados y municipios. Y avanzaron paulatinamente. A la fecha, más de 20 entidades federativas –incluyendo las que se consideran más peligrosas– dejan las labores policiacas en manos del Ejército y la Marina. Y el resultado ha sido el incremento de la violencia y el crimen en las zonas bajo control del Mando Único Policial, eufemismo para designar el control castrense de las tareas de seguridad.