Emilio Lozoya Austin asumió la dirección de Petróleos Mexicanos con un gasto de 13 mil millones de pesos para las oficinas centrales. Treinta y ocho meses después dejó la dependencia con una demanda de 67 mil millones. En ese lapso abrió más de 500 plazas y firmó un dudoso contrato por 2 mil 445 millones de pesos que se mantiene en “reserva” por motivos de seguridad nacional. Así, a 78 años de la expropiación petrolera que dio paso a la creación de la paraestatal, los partidos de la oposición hablan de un presunto “uso indebido de recursos públicos federales”.
13 marzo 2016 | Jesusa Cervantes | Proceso