Pedro Ramírez Vázquez* | Opinión-La Jornada
La respuesta de los gobiernos del estado de México y federal a los miles de maestros movilizados del valle de México es oídos sordos y voltear para otro lado. No los veo, no los oigo, tal es la respuesta. El 24 de junio, unos 10 mil trabajadores del valle de México, miembros de la sección 36 del SNTE, marchamos por las calles del DF. El gobierno federal y el del estado de México no nos vieron ni nos oyeron. El primero de julio nos movilizamos al mismo tiempo, hacia el edificio sede de la sección 36 (Ecatepec) y en la ciudad de México hacia la SEP, y otra vez ambos gobiernos ignoraron nuestra petición de audiencia. El sábado 4 de julio miles de maestros de grupo marchamos hacia la residencia oficial en Los Pinos y el gobierno federal no tuvo ni siquiera la mínima atención para recibir a la comisión del Movimiento de Bases del Valle de México (se recibió un documento en la calle tras la valla de granaderos).