Antonio Gershenson | Opinión-La Jornada
No sólo es la decadencia del monto de petróleo y casos similares. Es una administración, no sólo desde su dirección, sino desde el gobierno, la que nos lleva al desastre. Hay decisiones que nos hacen sospechar en la falta de honradez y preferencia de los regalos de multimillonarios privados, en especial las trasnacionales. Vamos a analizar un ejemplo de entrega sin que sea verdad la tan hablada eficiencia.
Se trata de Chicontepec, bautizado luego, para impresionar, Aceite Terciario del Golfo (ATG). Muchísimo dinero, poquitita producción, pero mucho petróleo prometido de palabra. Se contrató a cinco trasnacionales, con mucho costo y muy poca producción. Eran Halliburton, Schlumberger, Tecpetrol, Weatherford y Baker Hughes, supuestamente para que se averiguaran qué reglas serían usadas. La historia muestra que nunca se aprobó nada de eso, que no se obtuvo una nueva tecnología para el país, y que sí han cobrado un dineral.