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a reactivación del crecimiento se mantiene más como ilusión que como palabra cumplida. Los cambios en las proyecciones para este año, recientemente anunciadas por las principales consultoras privadas, indican una mejoría pero, de cara a lo poco logrado en esta materia en los últimos 10 años, o frente a las necesidades de la población en materia de bienes básicos, como la salud o la educación, sus alcances son ridículos.