sábado, 28 de enero de 2017

SME. Comunicado Jornada de lucha por el cumplimientos de los acuerdos 24 Enero 2017

SME. Comunicado 2: Jornada de lucha por el cumplimientos de los acuerdos 23 Enero 2017

SME. Comunicado 1: Jornada de lucha por el cumplimientos de los acuerdos 23 Enero 2017.

SME: 102 años de lucha (Parte II: el ave fénix que renació de la extinción)

22 enero 2017 | Martín Esparza Flores | Contralínea
A más de 7 años de la infamia cometida en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por el gobierno de Felipe Calderón, no hay un solo mexicano que siga dando crédito a las falacias montadas para cerrar, de la noche a la mañana, una empresa pública y dejar sin empleo a 44 mil trabajadores. Tal como ocurrió aquel 11 de octubre de 2009.
Lo puntualizamos desde el momento de iniciar nuestra lucha de resistencia: la intención de los panistas no era velar por el interés de las finanzas públicas ni el bienestar de los usuarios de la energía eléctrica en el centro del país; su objetivo era la desintegración de la industria eléctrica nacional para entregarla de manera silenciosa y paulatina a las empresas extranjeras.
Para doblar a una institución sindical como el SME, era necesario recurrir a la bajeza y al atropello, al uso de la fuerza militar y policial, tal y como había ocurrido hacía 1 siglo cuando, en los albores de nuestra organización, gobiernos como el de Venustiano Carranza se negaban a reconocer los derechos laborales de los trabajadores enviando al Ejército a romper huelgas y detener líderes, como una extensión del porfiariato.
El artero golpe en contra del SME, perpetrado a las sombras de la noche mediante un despliegue de miles de elementos de las Fuerzas Armadas bajo el camuflaje de policías, no antepuso un diálogo de frente al país, como era lo más lógico en un régimen democrático y republicano. Y no existió nunca la intención de sentarse a analizar las verdaderas condiciones en que se hallaba la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, y en general la industria eléctrica del país, porque el gobierno de Calderón adolecía de los argumentos para defender su medida extrema y autoritaria, pero sobre todo, antinacionalista.

SME: 102 años de lucha (Parte I: de la explotación laboral al parto del artículo 123)

15 enero 2017 | Martín Esparza Flores | Contralínea
Imaginemos por un momento cuáles eran las condiciones que enfrentaba la clase trabajadora en los albores del siglo pasado: los obreros trabajaban jornadas de 12 y hasta 15 horas sin recibir un salario justo ni días de descanso; cuando enfermaban, corrían el riesgo de ser despedidos sin indemnización alguna y cualquier protesta o intento de organizarse para exigir un trato más justo de inmediato era reprimido brutalmente. 

Las condiciones rayaban en una semiesclavitud permitida por el régimen de Porfirio Díaz, que apoyaba de manera incondicional a los empresarios, sobre todo extranjeros. Movimientos nacidos a la luz de la creciente inconformidad y hartazgo, como el de los mineros de Cananea, Sonora, o los obreros de Río Blanco, en Veracruz, derivaron en verdaderas masacres donde el Ejército fue empleado para reprimir al pueblo.

Ayer como hoy se utilizó la criminalización de la protesta social para asesinar o enviar a prisiones –como la temible Cárcel de Belén, San Juan de Ulúa o Lecumberri– a los líderes que tuvieron el valor de alzar la voz en contra de la brutal explotación.

Fue en este azaroso contexto donde empezó a gestarse el nacimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que el pasado 14 de diciembre cumplió 102 años de existencia, siendo el marco propicio para recordar una de las gestas heroicas registradas en la persona de uno de nuestros fundadores, Ernesto Velasco Torres, quien el 2 de agosto de 1916, fuera enviado a comparecer ante un tribunal militar por órdenes del entonces presidente Venustiano Carranza, molesto porque el entonces secretario General del SME había participado 2 días antes, el 31 de julio, en la organización de una huelga general, parando las plantas de generación de electricidad de Indianilla, Nonoalco, San Lázaro, La Verónica y la Hidroeléctrica de Necaxa, en contra de la imposición del pago de los salarios de los obreros del Distrito Federal en papel moneda y no en oro, como moneda de uso corriente.