México SA-Carlos Fernández-Vega
El gobierno peñanietista se vio en la penosa necesidad de bajarlos del tren (México-Querétaro), pero a cambio los subió al jugoso negocio de los contratos petroleros, de tal suerte que el fracaso de la ronda uno no fue para todos, en el entendido de que era imposible dejar fuera a la familia de uno de los “padres” privatizadores ni al empresario de cabecera del actual inquilino de Los Pinos, quien gentilmente financió el operativo para la casa blanca (la de aquí). Como se recordará, mediante la denominada ronda uno arrancó formalmente la privatización del petróleo otrora nacional, y el gobierno peñanietista licitó 14 bloques de los que, con más pena que gloria, a duras penas logró adjudicar dos (14 por ciento del total; el 86 por ciento restante se declaró desierto) y ambos fueron asignados al mismo consorcio, integrado por Sierra Oil and Gas, Talos Energy LLC y Premier Oil PLC. Rotundo fracaso… pero no para los amigos de los amigos.