Emir Olivares Alonso / Periódico La Jornada / Jueves 25 de junio de 2015, p. 11
Cualquier Estado que se diga democrático tiene la
obligación ineludible de respetar los derechos humanos. No se puede
hablar de un estado de derecho si existen desapariciones forzadas
recurrentes; además, el combate al crimen organizado no puede conducir a
la merma de las garantías fundamentales de la ciudadanía, aseveró el
juez español Baltasar Garzón.
Consideró una vergüenza para la humanidadque aún no exista justicia por el ataque contra los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, que dejó seis personas asesinadas –tres de ellos normalistas– y 43 más desaparecidos, hechos que se suscitaron hace casi nueve meses.