Carlos Fernández-Vega - Proceso
Aún no termina de hacer maletas
ni de acondicionar su oficina en el Banco de Pagos Internacionales
(BPI, con sede en Basilea, Suiza), pero la profecía de Agustín Carstens
comienza a cumplirse, y no precisamente para bien del país: dos años
atrás el todavía gobernador del Banco de México advertía sobre el
peligro de una
reversión de capitales(léase salida masiva de capitales golondrinos) como resultado del incremento de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, y el golpe sería no sólo por la fuga de dinero, sino porque éste se encontraba invertido en bonos de la deuda interna del gobierno federal.