Perdieron su última carta para acabar con el sindicato
La batalla ha sido larga pero la verdad empieza a surgir ante las inconsistencias no sólo legales sino políticas.
Martín Esparza Flores | Siempre!
Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón presuntamente pactaron darle trámite a una iniciativa presidencial de última hora, una que quiere darle la puntilla a los derechos de los trabajadores. El priista accedió a cambio de recibir apoyo total a su llegada a la Presidencia. Sin embargo, la propuesta de reforma laboral calderonista no gustó ni entre los diputados de su partido. El consenso, dicen varias fuentes, es que no pasará, al menos no como la planteó el titular del Ejecutivo. Pero sí será aprobada con algunas modificaciones… pocas, muy ligeras.
Felipe Calderón sería uno de los inversionistas del Campeche Country Club, un desarrollo inmobiliario-turístico propiedad de la familia Mouriño. Fuentes allegadas al proyecto aseguran que el mandatario es dueño de cuatro áreas exclusivas, donde se ubicaría una casa de descanso equipada especialmente para los Calderón Zavala. El complejo se localiza a 14 kilómetros del centro histórico de Campeche y ha sido señalado por la presunta violación de normas ambientales. Una playa “privada”, entre sus características.
La detención de 18 mexicanos en Nicaragua el pasado 20 de agosto metió en un embrollo a la empresa de Emilio Azcárraga Jean, pues los capturados, que transportaban más de 9 millones de dólares, viajaban en seis camionetas registradas a nombre de Televisa. A partir de ese momento el consorcio –al que se unió la misma procuradora General de la República– se dedicó a negar cualquier relación con aquellas personas y con los vehículos. Pero los desmentidos desaforados en el Canal 2, las explicaciones insuficientes, no impiden advertir el enorme poder del logotipo que ostentaban las unidades decomisadas ni disipan el tufo de sospecha y la sombra de dudas sobre lo ocurrido en ese país centroamericano.