CIUDAD DE MÉXICO.- Pocos meses antes de que naciera el actual jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz, su padre, el entonces funcionario federal Francisco Aurelio Guzmán Lazo, firmó un contrato de compra de sal, ventajoso para la empresa japonesa Mitsubishi, y le causó al erario una pérdida de millones de dólares. Era el 20 de diciembre de 1979. Guzmán Lazo encabezaba la compañía de participación estatal Exportadora de Sal, S.A. (ESSA), que dirigía como un negocio familiar. Ahora, 38 años después y cuando su hijo es el principal consejero del presidente Enrique Peña Nieto, Guzmán Lazo regresó a la administración federal como sustituto de Rosario Brindis Álvarez, la funcionaria de Petróleos Mexicanos (Pemex) que enfrenta una denuncia por realizar negocios millonarios al amparo de su cargo.
6 agosto 2017 | Jesusa Cervantes | Proceso