Arturo Alcalde Justiniani | Opinión-La Jornada
En lo oscurito y con mucho atrevimiento, las empresas dedicadas a la subcontratación de personal ( outsourcing) y el gobierno federal, mediante la Secretaría de Economía, vienen diseñando una Norma Oficial Mexicana (NOM) que permita a estas empresas darle la vuelta a la Ley Federal del Trabajo y ampliar su negocio de subcontratación barata, esto es, a un costo menor del que debería cubrir el verdadero patrón en una relación de trabajo.
Origen de la maniobra: Las empresas dedicadas al jugoso negocio de la subcontratación, que han convertido el trabajo indefenso en un artículo de comercio, violando el artículo 3 de la Ley Federal del Trabajo, cabildearon en 2012 con el gobierno de Felipe Calderón la inclusión en su iniciativa de reforma laboral la autorización para que se pudiera subcontratar personal cumpliendo tan solo con los requisitos mínimos de ley. En la iniciativa de Calderón se alegó que la propuesta era un gran avance ya que había muchas empresas que no cubrían esos mínimos, o sea, seguridad social, 15 días de aguinaldo, seis días de vacaciones y 25 por ciento de prima vacacional, entre otras.