El duopolio que controla la mayor parte de las señales de televisión
y radio del país está de plácemes: la iniciativa de ley secundaria en materia de
telecomunicaciones enviada recientemente por el Ejecutivo federal al Legislativo
(anteproyecto de Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión) constituye un
retroceso con respecto a las reformas constitucionales aprobadas el año pasado y
permitirá, en caso de ser aprobada, la perpetuación del predominio empresarial
sobre cualquier expresión social o pública en radio y televisión. Es, en suma,
una normativa concebida y diseñada para beneficio de los actuales
concesionarios, una suerte de redición de la ley Televisa, aprobada en
2006 y posteriormente declarada inconstitucional en sus partes medulares por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).