Al estudiar las responsabilidades de los legisladores en su obra La Política, el filósofo griego Aristóteles estableció que “el primer deber del hombre de Estado consiste en conocer la Constitución”, tesis que debe mover a esta imprescindible reflexión a quienes en México forman parte de un Congreso de la Unión, donde la mayoría de sus integrantes desconocen los fundamentos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y su sentido de igualdad y justicia social. Sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que algunos ni siquiera la han consultado en su vida.
13 septiembre 2015 | Martín Esparza | Contralínea