La multitudinaria marcha realizada por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a la Cámara de Diputados, el pasado 11 de octubre, mostró su compromiso permanente con las luchas y demandas de una sociedad que aún no termina de reponerse de las tropelías derivadas de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, hace justo 9 años.
Tras el despido autoritario de 44 mil electricistas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entró a atender a los 6 millones de usuarios de la zona centro del país, materia de trabajo del SME, con pésimos resultados. El servicio fue prestado a un alto costo por contratistas inexpertos que ocasionaron innumerables fallas y cuantiosas pérdidas a los consumidores, sobre todo a los prestadores de servicios, comerciantes y pequeños y medianos empresarios.
Nadie, hasta la fecha, se ha hecho responsable de asumir los daños causados, como tampoco del saqueo a la red de cobre que fue desmantelada para suplirla con cableado de aluminio. Pero fue sin duda el daño ocasionado a la economía de miles de familias de escasos recursos por el cobro arbitrario en sus recibos, lo que ha mantenido vigente una lucha social apoyada desde sus inicios por el SME, como la mantenida en todos estos años por la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE).