8 febrero 2018 | Nancy Flores | Contralínea
La principal empresa del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), ha gastado más de 3 mil 870 millones de pesos en su fallida estrategia al desempeño y capacidades operativas para la salvaguarda de sus instalaciones estratégicas y del Sistema Nacional de Ductos.
El gasto es apenas una muestra del despilfarro en esa compañía, pues corresponde tan sólo a lo que destinó en 2016 a supuestamente disminuir los actos ilícitos de robo, extracción, adulteración y comercialización ilícita de los productos petrolíferos, refiere la “Auditoría financiera y de cumplimiento: 16-6-90T9N-02-0448448-DE”, elaborada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Pero lejos de que esta estrategia funcione, el propio Pemex ha informado recientemente que en 2017 se registraron 10 mil 363 tomas clandestinas en sus ductos, lo que representó un incremento del 40 por ciento respecto de las tomas en 2016, cuando fueron 6 mil 873.