
El gobierno, los medios de comunicación y decenas de ex miembros del Comité Central del SME salieron a decir que ya no había nada que hacer, que había que rendirse. 28 mil trabajadores cobraron su liquidación y renunciaron a la lucha, buena parte con el bono del gobierno en los bolsillos y la promesa de ser recontratados en Comisión Federal de Electricidad; abandonaron el barco, dejaron de cumplir los acuerdos de la Asamblea General del 11 de Octubre que, apenas unas horas después del decreto, mandató defender por todos los medios la vida de nuestro SME y luchar sin tregua por recuperar nuestro trabajo. 16 mil 599 trabajadores, mujeres y hombres, no se fueron a liquidar y un destacado núcleo de éstos sostuvo durante 7 años activamente la resistencia.