Como dice el clásico, después de aprobada la privatización, armado el andamiaje del gran negocio particular y promulgada la reforma
energética, ahora sí la siempre adelantada y rauda dirigencia perredista (con los Chuchos S. A. a la cabeza, expertos simuladores) convoca a tapar el pozo, es decir, a revertir
el nuevo atraco a la nación. De siempre supo cuál era la intención, dirección y alcance de las modificaciones constitucionales en materia energética planteadas por Enrique Peña Nieto y sus guajiros blanquiazules. Lo conoció desde que el susodicho fungía como candidato tricolor al hueso mayor y, por si las dudas, lo confirmó cuando éste ya despachaba en Los Pinos.