Carlos Fernández-Vega / México SA
Lo que en diciembre de
2013 fue una advertencia, hoy toma forma de realidad. En aquella fecha
las corrientes opositoras a la privatización petrolera reclamaban
airadamente porque, decían, uno de los objetivos de la
reformaenergética era el desmantelamiento de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad para dejar libre el camino al capital autóctono y trasnacional que, tras cinco intentonas (de Miguel de la Madrid a Felipe Calderón), por fin clavaría los colmillos en el oro negro otrora nacional.