México SA-Carlos Fernández-Vega
¡Ah!, cómo les gusta el boato, las celebraciones pomposas, los actos imperiales. Es la fascinación de la élite. No pierde una sola oportunidad (y si no la hay la inventan), la que sea, para armar tremendos eventos de arquitectura monárquica, con toda la corte presente y, desde luego, la representación popular”. ¿Se puede celebrar algo concreto (“tangible”, diría Enrique Peña Nieto) en sólo 100 días de gobierno? En ese estrecho lapso, ¿existe algo qué festejar o presumir? Desde luego que no.