A Eloísa Vega Castro, in memóriam
Qué fácil hubiera sido para el Congreso Nacional Indígena (CNI) plegarse a una de las candidaturas derechistas que se disputan la Presidencia de la República: PRI, Morena, PAN. Qué fácil, subirse a uno de esos trenes para ver qué se puede negociar y con qué se puede lucrar. Treparse a uno de los cabús para recibir la bendición de alguno de los políticos de arriba y la promesa de que se verá “la cuestión indígena” cuando se consiga la Silla Presidencial. Qué fácil. Y qué irresponsable. E indigno.
16 febrero 2018 | Zósimo Camacho | Contralínea