Durante el debate que el pasado 26 de septiembre sostuvieron Hillary Clinton y Donald Trump, la candidata demócrata subrayó el racismo y la misoginia del republicano, exhibió su ignorancia y lo criticó por su negativa a publicar sus declaraciones fiscales. Sin embargo, no recordó un hecho documentado: los vínculos que Trump tejió en los años setenta y ochenta con poderosos capos de origen siciliano, violentos caciques sindicales, despachos de abogados corruptos y operadores de la mafia rusa. De hecho, el FBI investigó las relaciones del magnate, pero nunca presentó cargos en su contra.
2 octubre 2016 | Mathieu Tourliere | Proceso