Algunos países y territorios en donde operan las empresas fachada de Petróleos Mexicanos facilitan delitos como el lavado de dinero
y la evasión de impuestos. Conocidos como paraísos fiscales, éstos le
han permitido a la petrolera mexicana sustraer ingresos al fisco y al
conocimiento de la sociedad, señala el maestro Retana Yarto. El autor
del libro El imperio de las mafias transnacionales indica que
esta práctica debe sancionarse severamente, pues es ilegal. Para evitar
incurrir en delitos, cada una de las operaciones de Pemex en el
extranjero se debería fiscalizar, advierte el abogado Luis Ortiz,
especialista en medidas anticorrupción y prevención del fraude
corporativo
Nancy Flores - Contralinea