
Las privatizaciones de los bienes nacionales y los servicios públicos, junto con las miserables condiciones salariales constituyen una verdadera calamidad para la economía de millones de hogares mexicanos.
Los efectos de la pobreza neoliberal alcanzan el abismo y la desolación de más de diez millones de Indígenas, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños que heredaron esta tierra antes de la llegada de los españoles con sus enfermedades y su "modernidad" que solo sirvió para despojarlos de sus territorios y riquezas.