Para desgracia del vapuleado Estado de derecho, la llegada a la presidencia de la Corte del ministro Luis María Aguilar Morales no anuncia buenas nuevas: su perfil y su proceder lo ubican como un jurista sin vocación de servicio al pueblo de México, alejado del sentir y el respeto a los derechos humanos y laborales de la clase trabajadora.
En el aniversario de la promulgación de la
Constitución, defensores de derechos humanos, integrantes de iglesias,
sindicatos, agrupaciones campesinas y sociales, así como reconocidas
personalidades del arte, participaron en la presentación pública de la
Constituyente Ciudadana-Popular, que tiene el propósito de dar a México
una nueva Carta Magna surgida del pueblo.