Napoleón Gómez Urrutia - Opinión
Algo muy grave está
ocurriendo en las relaciones entre algunas empresas y sus sindicatos y
en la política laboral del gobierno actual, sin que se perciba, al menos
en público, que se está en los terrenos de una aguda crisis. Tal parece
que los funcionarios encargados de tutelar los derechos de los
trabajadores, según el mandato constitucional surgido en 1917, que sigue
vigente aunque le pese a quienes lo cuestionan, están volteados y
entregados para defender a todo trance los intereses de los empresarios.
Una de las más graves expresiones de esta conducta es cuando la
autoridad laboral niega la vigencia del derecho constitucional a la