Al pueblo de México:

Al comienzo de 2017, el gobierno de EPN desató la protesta social de decenas de miles de ciudadanos de todo el país que repudiaron el incremento del 20 por ciento en los precios de los combustibles, que de inmediato detonó un desorbitado aumento en los precios de los artículos de primera necesidad. En tres décadas de neoliberalismo en México no hay antecedentes de una protesta de esta naturaleza que por su extensión, amplitud social y diversidad de formas de lucha, sacudió al régimen y sus formas tradicionales de control social.
El arribo a la presidencia de los Estados Unidos, de Donald Trump -un presidente neofascista, misógino, racista, patriarcal y anti sindicalista- que intenta resolver la crisis económica de ese país mediante una política económica proteccionista y una exacerbada política de agresión hacia los pueblos del mundo, se convirtió en un nuevo factor de aceleración de la crisis económica mexicana que viene estimulando la devaluación del peso, el derrumbe de las expectativas de crecimiento económico e inversión norteamericana en el país. La insultante pretensión de que México pague la construcción de un muro anti inmigrante que aísle a nuestra frontera norte describe bien al irascible sujeto que hoy está al frente de la primera potencia imperial del mundo.