El poder bien vale una boda
Para poder casarse hace cinco años por la Iglesia, Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto protagonizaron, junto con el cardenal Norberto Rivera, una “grave” trama eclesiástica política que le permitió a la actriz de Televisa y al entonces gobernador mexiquense concretar su enlace con un sinnúmero de “irregularidades” sacramentales. Una investigación de Proceso y Aristegui Noticias basada en un expediente que incluye intercambios epistolares que llegaron hasta el Papa Francisco, pone al descubierto una “infamia” contra el padre José Luis Salinas, a quien la Arquidiócesis de México castigó de manera “injusta” por haber oficiado “irregularmente” el casamiento religioso de La Gaviota con José Alberto El Güero Castro, lo que al final abrió el camino a la boda del gobernador priista y la actriz, que a la luz de esta investigación conjunta siembra dudas sobre el cumplimiento de lo que llaman derecho canónico.
7 febrero 2016 | Jenaro Villamil | Proceso