Martín Esparza, Secretario General del SME
Humberto Montes de Oca, Secretario del Exterior del SME
Carlos Magariño, Pro Secretario de Jubilados del SME
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El juego que todos jugamos hoy en México se
llama Funcionarios Ladrones contra Ciudadanos Ingenuos. Para jugarlo,
ambos bandos deben empezar por olvidar un par de cosas. Deben fingir que
no saben que los funcionarios no están vigilados sistemáticamente por
alguna institución, digamos la policía, y fingir que el país alguna vez
fue distinto y en ese país fantástico del pasado los funcionarios no
robaban. Aceptada esta ceguera voluntaria por ambas partes, los
jugadores podemos pasar al juego propiamente dicho y gozar de sus
enormes emociones.
Así como los viejos generales juegan
siempre sus mismas batallas fracasadas en cualquier guerra, los
economistas forjados en el credo monetarista de la tradición del “gran Chicago”
(Chicago, Stanford, Columbia, Massachusetts y sus réplicas aldeanas
como la Universidad Católica de Chile o el Instituto Tecnológico
Autónomo de México, cuya ideología reaccionaria ha amamantado a
generaciones de individuos que le han dado una artificiosa cientificidad
al neoliberalismo), también recurren obstinadamente, con obsesión, a
invocar en todo momento a su desacreditada terapia de la austeridad, con
el objeto de enfrentar toda contingencia –para ellos perennemente
imprevista, porque, invariablemente, los toma por sorpresa, como un rayo
en cielo despejado– que trastorne el equilibrio de las finanzas del
Estado.