lunes, 1 de octubre de 2018

El Congreso debe conocer atropellos laborales

Contralinea - Martín Esparza
Al acercarse el cambio de gobierno no estará de más recordar a los diputados y senadores de Morena –mayoría en el Congreso– algunos acontecimientos  que representaron abiertas agresiones a los sindicatos independientes e  incómodos a la política  tecnocrática y antilaboral, en los últimos tres sexenios.
Una recapitulación de tan evidentes arbitrariedades ayudará a impulsar las enmiendas que deben echarse a andar en materia de trabajo, con el fin de recobrar la defensa de los derechos de millones de trabajadores y evitar que atropellos de tales proporciones se repitan en el país.
Citemos tres de los más representativos casos que dejaron tras su devastadora injusticia miles de despedidos, un pisoteado estado de derecho y un anulado derecho a huelga, sin dejar de mencionar la represión y el encarcelamiento de decenas de trabajadores.
Nos referimos a los casos de la inducida quiebra de Mexicana de Aviación, a la declaración de invalidez de las huelgas de los mineros en Cananea, Sonora;  Sombrerete, Zacatecas, Taxco, Guerrero, y el artero golpe contra el Sindicato Mexicano de Electricistas, el 11 de octubre del 2009. Todos ellos perpetrados en el gobierno de Felipe Calderón, pero consentidos e incubados desde el sexenio de Vicente Fox, y aún sin solución en la administración que está por concluir.
La protección y el solapamiento otorgados por los gobiernos panistas y las autoridades laborales a empresarios como Germán Larrea de Grupo México, provocaron que el 19 de febrero de 2006 –último año de gobierno de Vicente Fox- se registrara una tragedia en la Mina Pasta de Conchos, en Coahuila, donde perdieron la vida 65 mineros –63 de los cuales permanecen sepultados aún en el socavón colapsado- a causa del abandono en los sistemas de seguridad por parte de la empresa que se negó a su mantenimiento con la complicidad de los inspectores de la Secretaría del Trabajo, que sabedores de las deficiencias no procedieron a sancionar al dueño.