Video de Sme1914
Con bombo y platillo a mediados de noviembre de 2012 el Legislativo
aprobó la denominada
reformalaboral (presentada, oficialmente, por Felipe Calderón), en el entendido, decían sus promotores, de que las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo no sólo eran
justas, sino que allanaban el camino para
incentivar el desarrollo empresarial, el crecimiento de la empresas y la generación de empleo, todo ello
sin descuidar las conquistas laborales y los derechos establecidos en el artículo 123 constitucional. Aprobada esa
reforma, comprometieron Ejecutivo y Legislativo, anualmente se generarían no menos de 400 mil empleos formales adicionales, de tal suerte que, aseguraban, la oferta de puestos de trabajo rebasaría la demanda, pues más de un millón de nuevas plazas al año estarían disponibles para los mexicanos, con salarios remuneradores y prestaciones a manos llenas.