jueves, 5 de enero de 2017

La ira popular

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A partir del anuncio del incremento del precio de la gasolina, las tarifas de luz y, con ello el aumento en transporte, alimentos, medicinas y la canasta básica, se han manifestado miles de personas cerrando autopistas, avenidas y calles, y cerrando cientos de distribuidoras acusando un falso desabasto para aumentar el precio del combustible que ya se había comprado.
La ira popular que se desató por esta medida tomada desde hace tiempo por el gobierno de Enrique Peña Nieto no es catártica, no parece ser momentánea, sino una reacción alimentada por una serie de abusos de poder, de escándalos de corrupción, impunidad e injusticia por parte del gobierno y la clase política en general.

#Gasolinazo2017, de las redes a las calles

 
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Gracias a la reforma hacendaria, por primera vez en cinco años, ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, diésel y gas LP”.
Este tuit enviado el 4 de enero de 2015 por la cuenta del presidente Enrique Peña Nieto (@EPN) se viralizó de inmediato en Twitter el martes 27 de diciembre pasado. Se convirtió en la muestra de contraste entre lo que se prometió y lo que se anunció esa mañana por la Secretaría de Hacienda: el gasolinazo con incrementos de entre 14 y 22%.
Junto con este mensaje, decenas de videos con fragmentos de las veces en que Peña Nieto afirmó que no habría más gasolinazos y que la reforma energética haría bajar los precios de las tarifas eléctricas, del gas y de los derivados del petróleo inundaron YouTube, Facebook, Periscope, Instagram, Snapchat, las plataformas más importantes de las redes sociales.

Gasolinazo: Bofetada a un pueblo que perdona todo

Protestas, al fracaso; a salvo la corrupción
–Jueces de Beltrones, Diego, Calderón…
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hay que reconocerle a Enrique Peña Nieto su notable capacidad –la única más visible– para joder a los mexicanos. El mega gasolinazo es prueba de este distintivo tesón. Pero también a los compatriotas hay que celebrarles su aguante: Uno tras otro, como los peleoneros de arrabal, absorben los golpes completitos, gimen un rato y a lo que sigue.
Los políticos priistas le tienen bien tomada la medida a los mexicanos. Por eso, antes del criminal aumento de gasolinas y diésel –al que ya se sumaron alzas a la luz eléctrica y el gas–, tomaron a Guanajuato como laboratorio de una estrategia perversa de desabasto. “No importa lo que cueste, pero que haya”, escuché en León.