El crimen organizado en México controla el 20 por ciento del mercado nacional de combustibles, ocasiona pérdidas millonarias a Pemex y constituye una de las modalidades de financiamiento para los cárteles del narcotráfico.
9 abril 2017 | José Reyez | Contralínea
En México, el robo de combustible es controlado por cinco cárteles del narcotráfico como resultado de la diversificación de sus fuentes de financiamiento y una forma de resistencia frente a los embates del Ejército y las distintas corporaciones policiales, asegura José Ignacio Montero Vieira, del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). “Los continuos golpes policiales y militares han provocado que el crimen organizado abra nuevas vías de financiación, como el robo de combustible, estrategia que les confiere mayor resistencia frente a la actuación de los cuerpos de seguridad pública”, señala.