En memoria de los 43 normalistas. ¡Ni perdón, ni olvido!

El pueblo reaccionó de inmediato. Algunos minutos apenas habían transcurrido cuando miles de personas se acercaron a retirar escombros, buscar vivos entre los derrumbes y rescatar los cuerpos de los fallecidos. Conforme pasaron las horas otras decenas de miles tomaron la Ciudad de México no sólo para ayudar en los lugares con edificios desmoronados, sino para dirigir el tráfico en las vialidades colapsadas, instaurar centros de acopio, formar brigadas de revisión de inmuebles y de atención a heridos, comprar y donar palas, carretillas, picos, cascos, guantes…
29 septiembre 2017 | Zósimo Camacho | Contralínea