La expresión “joder” es usada en la jerga española del clásico gachupín: “¡joder, hombre!”. En la jerga mexicana su equivalente es: chingar. Carlos Fuentes (escritor que Peña confunde con otro), en su célebre novela La muerte de Artemio Cruz, recoge 24 frases con las diferentes modalidades de la palabra chingar, que el diccionario de María Moliner dice que significa: fastidiar, molestar. Fuentes las enumera como refranes: Chingue a su madre; Hijo de la chingada; Aquí estamos los meros chingones; Déjate de chingaderas; Ahoritita me lo chingo; No te dejes chingar; Me chingué a esa vieja; Chinga tú; Chingue usted; Chinga bien, sin ver a quién; A chingar se ha dicho; Le chingué mil pesos; Chínguense aunque truenen; Chingaderitas las mías; Me chingó el jefe; No me chingues el día; Vamos todos a la chingada; Se lo llevó la chingada; Me chingo pero no me rajo; Se chingaron al indio; Nos chingaron los gachupines; Me chingan los gringos; Viva México, jijos de su rechingada.
20 noviembre 2016 | Álvaro Cepeda Neri | Contralínea