Al momento de iniciar un litigio en materia laboral, nos encontramos con una serie de inconvenientes que en muchas ocasiones decepcionan, frustran y terminan por cansar a los trabajadores que decidieron emprender un juicio.
Esta situación es general, la encontramos en
todos los ámbitos, ya sea a nivel federal o local, tratándose de las
juntas o del tribunal, es común que las autoridades en materia del
trabajo, adolezcan de tener procedimientos eficientes, que permitan un
acceso a un derecho del trabajo público, gratuito e inmediato bajo los
principios de mayor economía, concentración y sencillez del proceso, tal
y como lo señala la Ley Federal del Trabajo (LFT), y en especial
carentes de sentido de lo social que deberían caracterizar a dichas
autoridades y que tanta falta hace.