Todavía son pocas las que laboran en los segmentos de mayores niveles de decisión, afirma
Roberto González Amador | Periódico La Jornada | Viernes 13 de enero de 2012, p. 32
El aumento en la participación de las mujeres en actividades productivas a lo largo de la última década ha sido “profundamente desigual”, aseguró este jueves Irene Espinosa Cantellano, tesorera de la Federación, al participar en la presentación de un estudio sobre equidad de género elaborado por el Banco Mundial.
Dos terceras partes del trabajo no remunerado en México son realizadas por mujeres, por lo que sólo participan con un tercio del trabajo remunerado, expuso la funcionaria de la Secretaría de Hacienda en la presentación del informe Trabajo y familia: mujeres de América Latina y el Caribe en busca de un nuevo equilibrio, elaborado por el organismo multilateral.
“La participación femenina en las actividades productivas es creciente”, expuso Espinosa Cantellano. En 2010, último año para el que hay cifras oficiales, participaron en la economía 42.7 millones de personas, apuntó la funcionaria. De ese universo, 65 por ciento fueron hombres y 35 mujeres y ellas lo hicieron principalmente en los sectores de comercio y servicios. Sin embargo, acotó, “esa participación es profundamente desigual”.
Para mostrar la situación de desigualdad, mencionó que en 2000, del total de personas que laboraban en “actividades elementales y de apoyo”, es decir, en la escala más baja de ingreso, 32 por ciento eran mujeres, relación que creció a 42 por ciento en 2010. En el estrato de mayor nivel de decisión ha ocurrido una mejora en el periodo de referencia. El porcentaje de mujeres pasó de 27 por ciento del total en 2000 a 35 en 2010.
En cuanto a las remuneraciones obtenidas, en el universo de trabajadores que perciben hasta un salario mínimo poco más de la mitad, 52 por ciento, son mujeres, mientras hace 10 años esa proporción fue de 42 por ciento, añadió. En el nivel que devenga más de 10 salarios mínimos, las mujeres representaban 20 por ciento del total en 2000, mientras en 2010 se elevó a 25 por ciento.
“Todavía son pocas las mujeres que laboran en los segmentos de ocupación de mayores niveles de decisión, mientras los ingresos que perciben las mujeres corresponden en su mayoría a los estratos de menor remuneración y en todos los grupos de ocupación existe discriminación salarial, excepto en trabajadores domésticos”, añadió.
Rezago en educación
El reporte del Banco Mundial destacó que en América Latina las niñas completan cada vez más años de educación, con la excepción de países como México, Guatemala y Bolivia.
En esos tres países no se ha reducido la brecha escolar, sobre todo en la educación secundaria y terciaria, expuso Gloria Grandolini, representante del Banco Mundial en México.
“En la mayoría de países de América Latina y el Caribe se ha logrado una matriculación universal de niñas en la educación primaria y la brecha de género que históricamente favorecía a los niños ha desaparecido”, de acuerdo con el reporte del Banco Mundial.
La región destaca por tener una estrecha brecha de género, que se refleja en el hecho de que hay más niñas que niños inscritos en la escuela, con la excepción de México, Guatemala, Perú y Bolivia.
En cuanto a la terminación de estudios, en Latinoamérica las niñas completan más años de escolarización y progresan en las materias escolares más eficientemente en la mayoría de los países. Entre las excepciones, abundó, están Guatemala, Bolivia, México y Perú, “donde la brecha de años de escolarización aún no se ha cerrado”.