La Policía de Ciudad de México (capital) y el cuerpo antidisturbios de Granaderos reprimieron este lunes una manifestación del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que reclama su derecho a reintegrase a la vida laboral luego que el Gobierno liquidara la empresa en 2009.
En imágenes transmitidas por la televisión mexicana se pudo constatar que se levantaron barricadas en los alrededores de las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde se encontraban los manifestantes.
Decenas de elementos del cuerpo de Granaderos se encontraban en la CFE y con gases lacrimógenos reprimían la protesta.
Asimismo, en la Plaza de la Constitución mejor conocida como el Zócalo de México, durante el mitin que los electricistas realizaron, una bomba de gas lacrimógeno fue lanzada en la estación del Metro de ese sector, lo que provocó una estampida de usuarios y empujones entre ellos.
Los integrantes del SME señalaron que fueron elementos de la Policía capitalina quienes arrojaron las bombas de gas lacrimógeno.
Como medida de protesta, cientos de miembros del SME interrumpieron este lunes la circulación vehicular e incendiaron cuatro automóviles en Marina Nacional y Circuito Interior de la capital mexicana, donde se encuentran las instalaciones de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
El líder del SME, Martín Esparza dijo que las protestas son ante la falta de respuestas del Gobierno federal para llegar a una solución negociada al conflicto de electricistas, que este lunes cumple 18 meses.
Insistió en que es ilegal el decreto de extinción de LyFC y que se ha insistido a través de la vía jurídica y con conversaciones con el Gobierno mexicano, pero “hasta el momento no hay ningún avance”.
"Estamos aquí porque no nos dan otra opción sino las protestas. Por ello llamamos a las autoridades y a la Suprema Corte de Justicia a que se restablezca la legalidad", manifestó.
El Gobierno “nos obliga a manifestar cada vez con mayor fuerza”, reiteró Esparza.
El Gobierno mexicano decidió el 11 de octubre de 2009, liquidar la empresa LyFC, la segunda eléctrica del país, que abastecía a 6,2 millones de clientes en la zona centro de México, por sus supuestos malos resultados operativos y financieros.
En ese entonces, el líder de SME había considerado que detrás de la liquidación estaba la iniciativa privada y el objetivo de “acabar con los sindicatos”.
Desde el cierre de la compañía eléctrica, la prensa mexicana ha informado sobre recurrentes apagones que se reportan en varias localidades de México.