El 11 de octubre de 2009 el autoritarismo del gobierno federal decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC). En estos 18 meses mujeres y hombres que sostenemos la resistencia del sindicato demostramos, a pesar de todas las adversidades, que los dos principales objetivos de Felipe Calderón y sus aliados eran avanzar en el proceso privatizador de la industria eléctrica y exterminar a nuestro sindicato. La saña de su estrategia policiaca y mediática no les fue suficiente, ni les será, aunque como en todos los conflictos del país el gobierno eleve la apuesta.
Hemos sacado fuerzas de flaqueza para realizar marchas, mítines, plantones, brigadeos, entrega de volantes, perifoneos, asambleas magnas en espacios públicos, asambleas de usuarios. Varios compañeros han sido encarcelados; casi todos, gracias a la resistencia, han salido libres, a excepción de Miguel Márquez, quien continúa en el Cereso de San Miguel, Puebla. Un compañero fue asesinado y aún no se esclarece su caso. Otros compañeros se han suicidado, la salud de varios se ha agravado.
Realizamos dos huelgas de hambre con consecuencias de afectación en la salud de quienes las emprendieron. Tenemos 18 meses en la calle viendo cómo las mentiras de Felipe Calderón se hunden en el lodo: no contrataron en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a los primeros que se liquidaron; las empresas contratistas de los liquidados ya fracasaron, no mejoró el servicio, no bajaron las tarifas. La CFE no es una empresa de clase mundial. No se crearon fuentes de empleo ni se dio más presupuesto a la universidad, etcétera. Y a pesar de todo seguimos aquí más de 16 mil trabajador@s luchando cada día y no nos vamos a rendir. ¡El SME vive! ¡Patrón sustituto, ya!