Así se diferenció en el Ángel de la Independencia del grupo liderado por Sicilia, quien guardó silencio.
Ciro Pérez | La Jornada
México, DF. A su paso por el monumento por la Independencia, vestido de blanco por el colectivo No más Sangre, la marcha del Movimiento por la paz que encabeza el poeta Javier Sicilia fue recibida con un grito que terminó por diferenciar a ambos grupos: “¡ni besos ni abrazos acaban los balazos!”, “ ¡ni besos ni abrazos acaban los balazos!¡”.
Del otro lado, el poeta guardó silencio y situó su paso hacia el Senado para pedir frente al inmueble vacío un alto a la Ley de Seguridad Nacional.
En medio algunos que lo acompañaban respondían al Colectivo: “¡Somos los mismos! ¡Chingue a su madre Calderón!” y otros más, casi con desesperación sostenían con dificultad una nariz roja de plástico a la manera de los payasos y agitando los brazos exigían en un grito: “¡ no se mezclen, no se mezclen, aquí está la línea quenos divide¡”, decía al tiempo que señalaba la avenida Paseo de la Reforma del Jardín que circunda al Ángel de la Independencia.
Desde el medio día de este domingo, las banderas blancas pintadas de rojo se plantaron en los jardines de este monumento. Se desplegaron mantas en las que se exige “Juicio político a Calderón” y otras en las que se demanda detener el derramamiento de sangre en esta guerra contra el crimen organizado que ha dejado más de 50 mil muertos. Y simultáneamente filas de hombres y mujeres esperaban turno para dejar su firma en apoyo a todas estas demandas.
“El colectivo No más sangre no está por el diálogo con quienes promueven la guerra sino a favor de que se les enjuicie por su responsabilidad en la muerte de miles de personas y en el deterioro del país”, sostuvo Pedro Miguel.
Al iniciar el ejercicio un minuto por No Más Sangre, cada uno de los participantes que así lo deseó tomó un micrófono para expresar la condena a la estrategia oficial para enfrentar a la delincuencia.
“La guerra que estamos viviendo no es una guerra creada por la estupidez y la torpeza, sino que obedece a un programa de desestabilización y destrucción del país. Estamos enfrentando a una política deliberada e injerencista por parte del gobierno de Estados Unidos, de la oligarquía que se ha hecho del poder en México y del gobierno espurio de Felipe Calderón”, insistió Pedro Miguel.
Como adelantaron los integrantes de este colectivo, sólo saludaron el paso de la columna que encabezó Sicilia, que había pasado ya por la residencia oficial de Los Pinos y se encaminaba al Senado.
El mensaje fue claro: “nosotros no tenemos nada que dialogar con quienes promueven esta guerra. En la lucha por la paz, ¡todos! en el diálogo con Manlio Fabio Beltrones no. Juntos pero no revueltos” subrayaron quienes participan en este colectivo.
Luego de este breve encuentro, el colectivo continuó: “Hay que organizarnos para que en la próxima elección presidencial no nos vuelvan a hacer un fraude”, decían unos; “los diagnósticos los conocemos todos, las cosas están mal y tenemos que cambiarlas”, decían otros entre gritos que rezaban: “¡Es un honor luchar con López Obrador”!