Con muchas consignas escritas en carteles y mantas, la marcha sale con rumbo a los Pinos por la calzada chivatito, aquella donde nos impiden los guardias presidenciales la entrada a los smeítas, esta vez pasamos francos
Por la mañana del domingo 14 de agosto, alineados sobre Reforma, frente a la piedra del Monumental Tláloc, aquél monolito traído desde la vecina comunidad Texcocana de San Miguel Coatlinchán.
Tláloc, deidad prehispánica vinculada con el agua fue transportada por trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, compañeros del Departamento de Transportes quienes partieron desde aquella población, ubicada a 35 km del Distrito Federal, donde sus pobladores aún no han olvidado aquel 16 de abril de 1964, cuando luego de sacar de la cañada de Santa Clara el monolito de 7 metros de altura y 165 toneladas, éste fue trasladado a la Ciudad de México en medio de un gran dispositivo de seguridad y de una logística de transportación pocas veces vista en esa época.En Coatlinchán incluso los más jóvenes conocen los detalles de ese suceso, transmitido por sus padres y abuelos: con machetes, piedras y rifles hombres y mujeres del pueblo habían impedido tres veces la salida de la monumental pieza.
Después de largas negociaciones con los representantes del gobierno la gente aceptó, no sin pesar, que se llevaran el monolito para la inauguración del Museo Nacional de Antropología e Historia. A cambio, las autoridades gubernamentales edificaron en el pueblo una escuela y un centro de salud, y les prometieron que en el futuro tendrían una réplica de la deidad prehispánica que les recordara a las nuevas generaciones que fue en Coatlinchán donde encontraron a Tláloc.
Las crónicas periodísticas de hace 47 años consignan el rechazo y pesar de los habitantes frente a este hecho.
La revista Siempre! reprodujo testimonios y todos recuerdan como una unidad propiedad de Luz y Fuerza del Centro, operada por personal del SME realizaron esta delicadísima maniobra hasta su recinto actual, ya que no existía una Unidad Capaz de realizar este trabajo, solamente el Camión Trailer conocido entre los del SME como “el Azteca”, pudo realizar este trabajo, cabe recordar que esta Unidad iba a ser colocada como emblema a la entrada del Sector de Transportes Aragón, condición impedida por el ineficaz decreto de extinción de calderón que truncó este y muchos planes mas.
Tláloc, deidad prehispánica vinculada con el agua fue transportada por trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, compañeros del Departamento de Transportes quienes partieron desde aquella población, ubicada a 35 km del Distrito Federal, donde sus pobladores aún no han olvidado aquel 16 de abril de 1964, cuando luego de sacar de la cañada de Santa Clara el monolito de 7 metros de altura y 165 toneladas, éste fue trasladado a la Ciudad de México en medio de un gran dispositivo de seguridad y de una logística de transportación pocas veces vista en esa época.En Coatlinchán incluso los más jóvenes conocen los detalles de ese suceso, transmitido por sus padres y abuelos: con machetes, piedras y rifles hombres y mujeres del pueblo habían impedido tres veces la salida de la monumental pieza.
Después de largas negociaciones con los representantes del gobierno la gente aceptó, no sin pesar, que se llevaran el monolito para la inauguración del Museo Nacional de Antropología e Historia. A cambio, las autoridades gubernamentales edificaron en el pueblo una escuela y un centro de salud, y les prometieron que en el futuro tendrían una réplica de la deidad prehispánica que les recordara a las nuevas generaciones que fue en Coatlinchán donde encontraron a Tláloc.
Las crónicas periodísticas de hace 47 años consignan el rechazo y pesar de los habitantes frente a este hecho.
La revista Siempre! reprodujo testimonios y todos recuerdan como una unidad propiedad de Luz y Fuerza del Centro, operada por personal del SME realizaron esta delicadísima maniobra hasta su recinto actual, ya que no existía una Unidad Capaz de realizar este trabajo, solamente el Camión Trailer conocido entre los del SME como “el Azteca”, pudo realizar este trabajo, cabe recordar que esta Unidad iba a ser colocada como emblema a la entrada del Sector de Transportes Aragón, condición impedida por el ineficaz decreto de extinción de calderón que truncó este y muchos planes mas.
Con muchas consignas escritas en carteles y mantas la marcha parte después de las 11 horas con rumbo al los Pinos, por la calzada chivatito, aquella donde nos impiden los guardias presidenciales la entrada a los smeítas, esta vez pasamos francos. Solamente se escuchan murmullos, “…ya van tantos muertos, ayer hubo balaceras en… acá va tal personaje de las letras… aquí está este escritor…”.
El decidido apoyo del Sindicato Mexicano de Electricistas es notorio, vamos acompañados de nuestro Secretario del Exterior, Humberto Montes de Oca y de Guillermo Juárez Padilla, Pro-Secretario del Trabajo y compañeros de Agencias Foráneas, Vimos a Rodrigo Almazán, a compas de Conexiones, “el Mesie” presente, también a Compas de Estimadores y de Almacén, así como los de Líneas Aéreas y Jubilados quienes precedían al contingente del Movimiento Nacional de Usuarios en Defensa de la Energía Eléctrica, que se situaban también casi al final del contingente.
El decidido apoyo del Sindicato Mexicano de Electricistas es notorio, vamos acompañados de nuestro Secretario del Exterior, Humberto Montes de Oca y de Guillermo Juárez Padilla, Pro-Secretario del Trabajo y compañeros de Agencias Foráneas, Vimos a Rodrigo Almazán, a compas de Conexiones, “el Mesie” presente, también a Compas de Estimadores y de Almacén, así como los de Líneas Aéreas y Jubilados quienes precedían al contingente del Movimiento Nacional de Usuarios en Defensa de la Energía Eléctrica, que se situaban también casi al final del contingente.
Subimos la lomita y hacemos una parada obligada frente a la puerta de la residencia oficial. Ahí permanecimos mas de una hora para luego marchar rumbo a la Sede del Senado de Insurgentes y Reforma, donde en la puerta ya nos espera un pequeño templete con sonido y bocinas ya listas y conectadas. Ahí se da el mensaje de la Marcha Ciudadana por la Dignidad con Justicia y Libertad; Javier Sicilia afirmó que el Sistema de Justicia está podrido, durante la caminata por la Paz con Justicia y Dignidad.
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia y alrededor de 500 personas que lo acompañaban caminaron entonces desde el Museo de Antropología e Historia hasta la Residencia Oficial de Los Pinos, para luego seguir caminando de manera silenciosa a las instalaciones del Senado de la República, en Paseo de la Reforma.
Aseguraron durante el recorrido que el propósito de la marcha silenciosa es manifestarse en contra de la Ley de Seguridad, que a decir de Javier Sicilia, es una iniciativa que “abona” la violencia y exigir a los legisladores formular una reforma que realce la condición humana y ciudadana.
Participaron también en la caminata silenciosa actores de la televisión y cine mexicanos conocidos por su capacidad y firmeza de ideas, como Daniel Giménez Cacho, Diego Luna y Jesús Ochoa. Además, el Movimiento por la Paz había pedido a que los ciudadanos que asistieran a la caminata silenciosa vestidos de color blanco para simbolizar la paz, cosa que fue cumplida medianamente.