Por Correo Electrónico/Organización Editorial Mexicana/2 de mayo de 2011
La bandera electoral más enarbolada por el panismo, -primero por Vicente Fox y luego por Felipe Calderón-, fue "el compromiso" de acabar con la corrupción de administraciones anteriores.
La realidad fue otra, con la irrupción al poder, hace más de una década, a varios panistas se les abrió el apetito por la riqueza instantánea.
Desde el inicio de su mandato, Fox, quien tuvo a su favor la "confianza ciudadana", por sus promesas mentirosas, terminó repudiado al conocerse los excesos de su segunda esposa, Marta Sahagún y de sus entenados.
Esta "familia real" hizo del primer sexenio panista un gran festín de corruptelas, tráfico de influencias y pillerías. Toda denuncia o acusación era desechada de inmediato, gracias al manto de impunidad que les brindó la Secretaría de la Contraloría, (hoy de la Función Pública) bajo el mando de Francisco Barrio Terrazas, quien como premio a su labor de tapadera, goza de una generosa beca diplomática en Canadá.
Las cosas no han cambiado, ahora en la presente administración calderoniana, la secretaría encargada de fiscalizar la conducta de los funcionarios públicos de primer y segundo nivel, parece que está empantanada.
Su segundo titular en la era de Calderón, (el primero fue Germán Martínez) Salvador Vega Casillas, dice con estridencia que cumple con su deber, y anunció la sanción e inhabilitación por 10 años a 14 "servidores públicos" de Pemex Refinación, por contratar con sobreprecio cuatro buques por 5 años.
No obstante, es en este sexenio en el que ha habido menos resultados en la "guerra" en contra de las acciones de corrupción entre los funcionarios de la administración pública federal.
Vega Casillas tiene muchos pendientes en su oficina del piso 10 del edificio de Insurgentes Sur 1736, el cual está considerado como un inútil "elefante blanco".
Pero lo que no ha dado a conocer el funcionario amigo y paisano de Felipe Calderón, es que la Procuraduría General de la República, ordenó una investigación en contra de la ex sub procuradora de Verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor, Gladys López Blanco.
El asunto sería de rutina, otro caso más de corrupción panista, pero el caso es que la presunta responsable es esposa de Vega Casillas.
Se le relaciona con una supuesta red de extorsión en contra de empresarios gasolineros.
De acuerdo con la indagatoria, la PGR investigó una denuncia en contra de seis empleados de la dirección de Verificación de Combustible, por el presunto delito de extorsión, derivada de una denuncia interpuesta por el propietario de una estación de servicio.
Por lo que la dependencia ejerció acción penal en contra de los funcionarios de la Profeco, Dante Gabriel Rubí Hidalgo, Gaspar Reyes Velázquez, Omar López Antón, Arturo Corral Villegas, Gerardo Retana Chávez y Fernando Acosta Maldonado.
Todos bajo la causa penal 143/2010. En la denuncia se señaló que los funcionarios exigieron cantidades entre dos mil y seis mil pesos, para no proceder a clausurar las máquinas despachadoras de combustible, dinero que, se dice, les fue entregado por el encargado de la gasolinera.
La red de corrupción detectada en el interior de la Profeco, detonó una serie de renuncias, entre ellas la del procurador federal del Consumidor, Antonio Morales de la Peña, el pasado jueves 7 de abril, "por motivos personales" relacionados con su deseo de participar en acciones partidistas en su natal Colima.
Otra versión, señala que determinó abandonar la oficina central de la Profeco, para no "entorpecer las investigaciones" que lleva a cabo la PGR.
Bernardo Altamirano, es el nuevo titular de la Profeco.
También dimitió José María de los Santos al cargo de director general de Verificación, quien fue sustituido por Jacqueline Castro Becerra. Las pesquisas que lleva a cabo la PGR, están reservadas para evitar fugas de información. Pero tienen muy inquietos a los funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor.
La Secretaría de la Función Pública, tiene muchos asuntos en cartera, como son las "irregularidades" en licitaciones en Pemex Refinación, y la compra de equipo de salvamento para las operaciones "offshore"; la fibra oscura de la CFE y la compra de equipo médico en el IMSS, pero sobre todo en el ISSSTE.
En el rincón de los pendientes, están los expedientes con los contratos millonarios que fueron entregados sin licitar para la construcción del llamado "Coloso" -que está arrumbado en un terreno baldío-, para la edificación de la "Estela de Luz", un monumento que serviría para conmemorar el Bicentenario del inicio de la Independencia de México y otros gastos onerosos, como los relojes digitales que marcaron la cuenta regresiva.
Nada de esto ha informado el titular de la Función Pública, ni de las indagaciones de los coordinadores de dichos festejos patrios, el titular de la SEP Alonso Lujambio y José Manuel Villalpando.
Frente a estos ejemplos, resultan muy pobres los "esfuerzos" de la Secretaría de la Función Pública, que encabeza el michoacano Salvador Vega Casillas, frente a los optimistas anuncios presidenciales de que durante las administraciones panistas, los casos de corrupción han disminuido.
¿Felipe Calderón ha marcado distancia de su paisano y amigo Salvador Vega? ¿La ruptura se debe a las acciones de corrupción no aclaradas o porque el secretario de la Función Pública, impulsa la candidatura del senador Marco Antonio Cortés Mendoza, al Gobierno de Michoacán, en contra de Luisa María Calderón Hinojosa?
¿La investigación contra Gladys López, genera un conflicto de intereses con el titular de la Secretaría de la Función Pública?
¿Cuál es el avance en las investigaciones de los casos de presunta corrupción en el ISSSTE? ¿Y de los millonarios recursos erogados por la agencia turística TURISSTE?