Patricia Muñoz Ríos y Ciro Pérez Silva
Lunes 2 de mayo de 2011, p. 10
Las organizaciones corporativas del Congreso del Trabajo (CT), vinculadas históricamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), dieron ayer un tajante
noa la reforma laboral propuesta por el tricolor en la Cámara de Diputados, y retaron al principal promotor de la iniciativa, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, a que les señale en qué artículos se describe la forma en que serían beneficiados económicamente los obreros, y entonces
se la firmamos.
Las centrales obreras oficialistas salieron ayer a celebrar en el Zócalo el Día Internacional del Trabajo. Ahí marcaron distancia nuevamente del proyecto de reforma priísta y le reclamaron al gobierno que abata el gran abismo que ha creado entre la riqueza desmedida de unos pocos y la pobreza absoluta de la mayoría, y además exigieron:
Ya basta de daños colaterales y muerte de inocentes.
Sindicatos pertenecientes a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), a la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Confederación Regional de Obreros y Campesinos y decenas de organizaciones más que integran estas centrales obreras, nunca estuvieron más cerca del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que ayer compartieron no sólo el Zócalo en este Día Internacional del Trabajo, sino también el sentido de los discursos de unos y otros.
Contra los pronósticos que vaticinaban un escenario de violencia en la plancha capitalina por la llegada de las organizaciones corporativas este primero de mayo, los trabajadores ferrocarrileros, gaseros, del sindicato de músicos, textileros, del sector automotriz y otros, se mezclaron con los electricistas en el campamento que éstos tienen instalado ahí, y desplegaron sus mantas exigiendo respeto absoluto a las conquistas obreras y diciendo
noa la reforma laboral.
Hubo sólo un conato de bronca entre los mismos trabajadores del CT, cuando el diputado federal y vicepresidente del organismo, Víctor Flores, llegó al acto y su numeroso equipo de guardaespaldas le abrió paso a golpes, patadas y empujones.
Lo que no varió fueron los discursos. Por la CTM, su secretario de Acción Política, Fernando Salgado, planteó que es mentira que el país haya salido de la crisis, cuando ésta se padece en todas las casas de las familias obreras. Dijo que no van a permitir que se toque la contratación colectiva, la libertad sindical y el derecho de huelga,
porque son irrenunciables, no se negocian.
El acto oficialista estuvo amenizado por la orquesta Bonita, del Sindicato de Músicos del Distrito Federal, dirigida por Rogelio Maldonado. Ahí estuvieron el dirigente cetemista, Joaquín Gamboa Pascoe, y el líder de la FSTSE, Joel Ayala.
Salarios de miseria
Por su parte, Óscar Moreno, del Congreso Laboral del Estado de México, uno de los principales gremios opositores a la reforma laboral, llamó al gobierno a que primero atienda el reclamo de empleo y salarios de miseria antes de querer imponer una reforma, y apuntó que la situación a la que se ha llevado a la economía está dejando a los jóvenes sólo tres caminos: el empleo mal pagado, el subempleo o alquilarse para vender drogas.
En el acto, en el que también estuvieron integrantes de la Confederación Regional Obrero Mexicana y Confederación Obrera Revolucionaria, José Guadalupe Becerril, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sector Financiero, advirtió que ante la feroz ofensiva del gobierno en contra del sector obrero
los trabajadores debemos estar unidos sin distingo ni ideología, mientras que Jesús Moreno, de la FSTSE, expuso que los integrantes de la actual administración
viven un mundo de fantasía, apartados de la realidad.