Patricia Muñoz Ríos
Martes 12 de abril de 2011, p. 5
Al cumplirse año y medio de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) radicalizó ayer su protesta y en la movilización se produjo un enfrentamiento entre ex trabajadores y granaderos, con saldo de cuatro vehículos particulares incendiados y una camioneta propiedad de la Comisión Federal de Electricidad volteada; hubo dos reporteros y varios transeúntes golpeados, así como crisis y caos en el Metro Zócalo, cuando una bomba de gas lacrimógeno lanzada contra los electricistas por la policía cayó en una entrada de la estación.
La jornada se inició con una tempranera refriega en las inmediaciones de lo que fueron las oficinas centrales de LFC, en Melchor Ocampo y Marina Nacional; siguió con una marcha que se dirigió a Gobernación, donde hubo otro conato de violencia en medio de gas lacrimógeno, y terminó en el Zócalo, donde, según versiones de los ex trabajadores, les fueron lanzadas dos bombas del mismo gas; una cayó en la plancha y otra al interior del Metro, donde el químico se dispersó por toda la estación y provocó que los usuarios salieran atropelladamente.
Al lugar llegaron 12 ambulancias de la Cruz Roja para atender a más de 50 personas que presentaban molestias en los ojos y signos de intoxicación; incluso se informó que una persona sufrió una fractura y fue trasladada al hospital Magdalena de las Salinas; la estación Zócalo del Metro cerró durante varios minutos. El saldo del día fueron 11 trabajadores del SME detenidos.
En el Zócalo, donde el sindicato mantiene un plantón permanente, el dirigente del gremio, Martín Esparza, ofreció una conferencia de prensa donde deslindó a los ex trabajadores de los actos de violencia ocurridos y dijo que
infiltradosen el movimiento fueron los que realizaron la quema de vehículos y cometieron agresiones, donde también resultaron afectados el fotógrafo de este periódico Marco Peláez y el reportero Juan Carlos Santoyo, de Radio Fórmula.
La movilización se inició pasadas las 7 de la mañana, cuando los sindicalistas llegaron a lo que fue la sede de LFC; una vez ahí, cerraron los carriles centrales de Circuito Interior, quitaron las enormes vallas metálicas que resguardan el inmueble e intentaron ingresar en él, lo que provocó la refriega entre ex trabajadores y decenas de policías. Volaron toda clase de proyectiles, piedras y palos, hubo golpes, empujones y se lanzaron cargas de gas lacrimógeno.
En tanto, presuntos integrantes del sindicato bajaron a los propietarios de algunos vehículos que se encontraban atorados en el Circuito Interior y prendieron fuego a dos Volkswagen sedán, un Topaz y un Tsuru; una camioneta de la CFE fue atacada y su conductor resultó golpeado.
En medio del caos se escucharon varios cohetones; el reportero gráfico de La Jornada Marco Peláez tomaba fotos del enfrentamiento cuando entre los sindicalistas algunas personas comenzaron a gritarle que parara, que ya no tomara más gráficas. Más de 30 lo empezaron a rodear y lo golpearon; el periodista logró impedir que le quitaran el equipo, pero la agresión continuó hasta que tres integrantes del comité les gritaron: “¡Ya paren, cabrones, es de La Jornada!”
Llegaron más granaderos y dos camiones de bomberos para apagar los vehículos incendiados, pero les impidieron el paso; otras personas corretearon a los bomberos aventándoles piedras, de forma que se retiraron pronto. Cerca de la camioneta Chevrolet que voltearon los manifestantes, Esparza encabezó un mitin donde señaló que las protestas del SME son producto de la falta de respuesta del gobierno federal ante su legítimo reclamo de que les devuelvan el empleo que ilegalmente les quitaron hace 18 meses, el incumplimiento de los acuerdos que les ofrecieron en Gobernación para resolver el conflicto, y porque
no nos han dejado más opción que las protestas.
Mientras, otro grupo de entre las filas del SME se lanzó contra el reportero Juan Carlos Santoyo, de Radio Fórmula, a quien golpearon y robaron una grabadora y su cartera. Llamó la atención que durante toda la protesta varios sujetos estuvieron intimidando a reporteros y fotógrafos con gritos e insultos.
La refriega fue parando porque el comité central del SME instó a los trabajadores a ir en marcha hacia Gobernación, donde cerca del Reloj Chino elementos de Seguridad Pública –según manifestantes– les lanzaron gas lacrimógeno, escena que se repitió cuando llegaron al Zócalo, donde personas no identificadas aventaron desde la esquina que da a la Suprema Corte los artefactos que provocaron la crisis en el Metro.
Pasadas las 12 horas, Esparza ofreció una conferencia de prensa en la que dijo que continuarán las movilizaciones; hoy realizarán una asamblea extraordinaria y mañana miércoles una movilización en la Cámara de Diputados.