Insiste el secretario general del SME que personas ajenas a su organización se infiltraron en la manifestación; los responsabiliza de los actos vandálicos
CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 12, 2011.- El secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, insistió en que personas ajenas a su organización se infiltraron en la manifestación del lunes pasado y los responsabilizó de todos los desmanes que causaron.
En conferencia de prensa desde el Zócalo capitalino, donde ese sindicato mantiene un plantón y acompañado por la Comisión Civil de Seguimiento de los Acuerdos SME-gobierno federal, el dirigente ofreció presentar pruebas de su dicho.
Afirmó que los vehículos dañados pertenecían a sus compañeros y que desconocidos se los quitaron para quemarlos, por lo que presentarán denuncias por robo y lesiones pues a uno le fracturaron la mano y a otro las costillas, este último por una granada de gas lacrimógeno.
Afirmó que él vio cuando supuestos policías federales agredieron a sus compañeros desde el edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
"Tenemos las pruebas de todo esto, particularmente de la gente infiltrada y entregaremos fotos y videos para demostrar que era gente ajena al SME la que provocó los actos vandálicos", subrayó.
Esparza Flores criticó que periodistas "se presten" a una campaña contra el SME y rechazó que sus compañeros hayan agredido a reporteros, pues dijo que esas acusaciones forman parte del descrédito que pretenden hacer de su movimiento que es pacífico.
Al referirse al tema de las explosiones en el sistema subterráneo de cableado explicó que no se trata de mufas sino de una red con cables que funciona desde hace más de 60 años, y que si se queman es por falta de mantenimiento adecuado y lo deterioradas que están.
"Son subestaciones que tienen interruptores de transferencia y los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad y los subcontratados no tienen conocimiento sobre esto, por eso no han sabido darle mantenimiento, ni operar esa red", añadió.